Coaching es un proceso de acompañamiento profesional que promueve nuestro autoconocimiento y desarrollo personal.
Parte de una premisa: ”todos los seres humanos somos más de lo que creemos ser”.
Un entrenador personal, la persona que hace de puente entre la persona que somos y la que podemos llegar a ser. No da consejos. Actúa como un espejo para que el cliente descubra la solución por sí mismo
Tomamos conciencia, ponemos luz en nuestra vida, la vemos más clara.
Aprendemos a elegir, nos damos cuenta que tenemos la opción de elegir nuestra actitud, nuestros pensamientos y por lo tanto nuestro comportamiento.
Estas decisiones determinan una calidad en lo que experimentamos en nuestro interior y posteriormente lo que creamos en el exterior.
Es una conversación de aproximadamente una hora basada en la confianza, la confidencialidad y el respeto.
Confianza en que el cliente quiere cambiar y confianza en que el coach le puede acompañar en ese cambio.
Confidencialidad, lo que hablamos en una sesión es sólo para el cliente y el coach, nada saldrá fuera de ese espacio.
Respeto, no se habla de nada que el cliente no desee y el coach respetará esa elección.
Cualquier persona que voluntariamente quiera cambiar, crecer, evolucionar y esté dispuesta a comprometerse en aprender para conseguirlo.
Varía según la persona y la cuestión a tratar. Un proceso medio puede durar entre seis y diez sesiones, generalmente una por semana.
Bajar los niveles de estrés.
Reinventarme profesionalmente. Identificar mi vocación..
Aprender a gestionar las emociones.
Mejorar la relación de pareja o con la familia.
Resolver problemas con la educación de nuestros hijos.
Relaciones personales y/o laborales mas equilibradas y sanas.
Cambiar la visión que tenemos de nosotros mismos.
Atreverme a tomar decisiones.
Si eres adolescente sentirte escuchado y mirar tus inquietudes.
Buscar sentido a tu vida.
Elevar la autoestima.
Empoderarte ante la enfermedad.
Identificar que quiero. realmente y cómo conseguirlo.
Desarrollar proyectos artísticos.
Encontrar apoyo a los retos como docente.
Sanar heridas emocionales.
Mayor claridad sobre mi vida actual.
Y cualquier otra cuestión para la que creamos que una mirada profesional ajena a nuestro entorno pueda ayudarnos a aportar mayor claridad y a tomar decisiones adecuadas a lo que realmente queremos.